El término inglés harassment, que habitualmente se traduce de manera indistinta como “acoso” u “hostigamiento”, fue acuñado en 1974 por el movimiento feminista norteamericano. Inicialmente, fue utilizado para dar cuenta de las situaciones de acoso sexual a que se veían sometidas las mujeres en sus lugares de trabajo.
Rápidamente el concepto se generalizó, haciéndose extensivo al ámbito educativo y de la vida cotidiana, incluyendo o no el componente sexual.
El acoso u hostigamiento se presenta bajo dos modalidades:
quid pro quo: literalmente, una cosa a cambio de otra; solicitar un favor sexual a cambio de un beneficio, por ejemplo, relaciones sexuales a cambio de una calificación alta u otra ventaja académica.
ambiente hostil: perseguir a una persona o grupo de manera
reiterada, despertando una amplia gama de reacciones que van desde la incomodidad y el fastidio hasta el miedo, el pánico y la angustia, lo cual genera un clima hostil de trabajo.